Al suroeste de la provincia de Burgos, a dos horas de Madrid, se encuentra esta preciosa finca de 115 hectáreas.
Hay que destacar, en primer lugar, el valor propio de la región, en cuyas tierras encontramos lugares muy significativos de la historia de Castilla.
Por su magnífica calidad del terreno, disfruta de productos de calidad, como el vino, con reconocida denominación de origen.
Además, se trata de una finca de abundante agua, contando con un pozo, manantiales y curso de agua permanente.
En total, cuenta con una superficie arable de 87 ha, además de huerta para consumo propio, y árboles frutales, entre otros.
En cuanto a las edificaciones, destaca su preciosa casa principal, con 6 dormitorios, 4 baños, cocina, salón y chimeneas, así como otras cuatro viviendas anejas, todas ellas totalmente equipadas.
Además del conjunto arquitectónico, destaca un espectacular jardín en el que encontramos árboles de gran porte. Aparte, la finca cuenta con otros lugares reseñables, como su preciosa capilla, una taberna, la piscina, la bodega, el gallinero y los almacenes.
En suma, se trata de una finca preciosa, con muchas posibilidades, desde agrícolas y ganaderas hasta de turismo rural, en una región realmente maravillosa, y a una distancia muy atractiva de Madrid.